
Consecuencias de las enfermedades autoinmunes y la ayuda que la psicología puede aportar

Las personas que sufren alguna enfermedad autoinmune, no solo tienen que lidiar con la propia enfermedad, sino que además tienen que hacer frente a grandes consecuencias, no solo consecuencias físicas, sino también personales y emocionales. Estas enfermedades suelen ser dolores y difíciles de asimilar. Además, en el proceso de diagnóstico e intervención, la persona tiene que enfrentarse a situaciones de incertidumbre constantes, donde no siempre recibe respuestas a sus problemas por parte de los médicos.
Las enfermedades autoinmunes dañan la calidad de vida de la persona que la sufre y por eso es necesario saber hacer frente a estos cambios que la enfermedad nos genera.
Algunas de las consecuencias más comunes suelen ser:
- Dificultades para aceptar la enfermedad y los cambios que generan en la vida de la persona: Por ejemplo: no poder disfrutar de actividades que nos gustan, no poder trabajar en lo que hacíamos hasta ahora o tener que hacerlo con grandes dificultades, tener problemas para quedarse embarazada, tener que realizar un tratamiento el resto de nuestra vida…
- Hacer frente a las consecuencias físicas: dolor, hinchazón, fatiga, rigidez en las articulaciones, trastornos hormonales, ver cómo tu cuerpo ya no funciona igual…
- No entender cómo nos sentimos: Empezamos a vivir una nueva vida, con cambios y limitaciones que nosotros no hemos elegido. Esto genera una mezcla de emociones que muchas veces nos cuesta entender y manejar.
- Bajo estado de ánimo debido a todos los cambios explicados anteriormente y a la incertidumbre de cómo será nuestra vida a partir de ahora.
- Dificultades para que nuestro entorno lo entienda: Podemos encontrarnos con la situación de que nuestros familiares y personas cercanas no entiendan por lo que estamos pasando y lo que conlleva tener esa enfermedad, lo que a muchas personas les acaba llevando a un aislamiento social.
- Estrés y Ansiedad: en este caso, puede ser causa y consecuencia. Numerosos estudios han demostrado como el estrés puede influir y aumentar las enfermedades autoinmunes y sus síntomas. Al mismo tiempo, el tener estas enfermedades y no saber cómo lidiar con ellas, genera muchas veces un aumento de ansiedad y estrés para la persona, lo que a su vez empeora la enfermedad, convirtiéndose en un círculo vicioso.
Para ayudar a hacer frente a estas consecuencias y que la enfermedad no nos venza, tenemos la psicología. La terapia está para ayudarnos a entender el proceso por el que estamos pasando, a aceptarlo e incluso a establecer nuevos objetivos y metas en nuestra vida.
Si sufres alguna enfermedad autoinmune y estás viviendo algunas de estas consecuencias, no esperes para pedir ayuda y dejarte guiar para conseguir superarlas y alcanzar la calidad de vida que quieres tener y que te mereces.

Por Tauana Matias
Psicóloga sanitaria tanto de población adulta como infanto-juvenil, especialista en análisis y modificación de conducta y experta en autismo y discapacidad.